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Image by Valdemaras D.

Lanzamiento campaña

Desde su fundación en 1948, sostenida por importantes contribuciones de magnates privados, la OMS ó Organización Mundial de la Salud ha perseguido el objetivo de sostituirse gradualmente a las Instituciones de los Estados Soberanos de cada País, en lo que se refiere al manejo de la Salud Pública.

Hoy en día, el alcanzar tales objetivos que se basan en el Derecho Comunitario Internacional, se encuentra en fase muy avanzada, gracias a la puesta a punto de dos instrumentos jurídicos vinculantes como los Reglamentos Internacionales por la Salud y el llamado “Tratado/Acuerdo Pandémico”.

 

Los primeros fueron estabecidos en 1952 para reglamentar la circulación de mercadería, personas y animales con el objetivo de contener la difusión de patógenos altamente contagiosos como la malaria y la fiebre amarilla.

Actualmente sin embargo, están en preparación más de 300 enmiendas a los mismos, para conferir al Director General de la OMS y pocos burócratas más, numerosos poderes más, entre ellos, la potestad de declarar estados de alerta u emergencia con diferentes niveles de gravedad.

Todo esto activaría una serie de mecanismos muy complejos que se apoyarían en tecnologías aún en fase de desarrollo. Hablamos desde la declaración de alerta, el control, la evaluación de riesgos, la censura de información, la distribución de los fármacos ( mal llamados productos para la salud ), a la mobilitación y utilizo de grandes sumas de dinero, al control del movimiento de pasajeros, certificados sanitarios y otros.

 

 

El segundo instrumento es el Tratado Pandémico que prevee la puesta a punto de dos estructuras globales:

 

  • Una llamada PABS para el manejo de datos microbiológicos sensibles en tema de privacy para la industria, la investigación y la gestión de las patentes

  • La otra llamada CoP que es una nueva estructura burocrática-financiaria paralela a la OMS con plenos poderes decisionales relativos, entre otros al control de grandes sumas de dinero y la efectiva aplicación del acuerdo por parte de cada uno de los Estados miembros.

 

Ambos instrumentos deberían ser discutidos, para poder ser después adoptados, en la próxima Asamblea General de la Salud en Mayo 2024 en Ginevra.

Sin embargo, clarísimas señales de dificultad/desacuerdos entre varias coaliciones de Estados miembros sugieren que ninguno de los dos instrumentos pueda estar pronto para la misma, enlenteciendo la programación establecida de por lo menos, un año.

 

Existe una Campaña Mundial en curso para detener esta distópica carrera que busca sostituir nuestas legítimas Instituciones representativas por una governance global de no elegidos ni votados.

 

Los invitamos a firmar la carta-tipo a los Parlamentarios de vuestro País disponible en nuestro sitio web.

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